martes, 29 de abril de 2008

Soy un objeto con patas


El ornamento de mi madre,

el fiel espejo de mi padre,

un eslabón soldado a mano,

careciente de ningún precio,

para ser siempre obsequiado.


No usen “mi” en yo,

no usen “de” en mi,

no den su mi a yo,

porque mi soy yo,

y yo soy de mi.


Carezco de cosas

porque todas son prestadas,

las vidas de los hermanos,

los espasmos del latidero,

las ciénagas de los ojos,

hasta mi yo es retornable

en el botadero del reciclaje.

sábado, 26 de abril de 2008

Zabulón Cachondo caducarán la rebosante fuente

de León Perico Mauricio
Trastabillánticus,
vademecum vedefecum
cum cum mea pectore,
¡va veni veni!
Decia, gemia, preocupado
E insistía
¡Como insistia!
Necesidad indulgente que no comprendia
Su voz con bolsa de plástico
plastificando
los corchetes de la mar
Con los ojos inhalados de verde,
reia, gritaba, exacerbado
¿Como vivia?
Hombre resistente que no comvivia
Vuelve la vista
es una orden no un ruego
Veni a donde dejaste la vida
la corporea memoria del usurero


Grupo Literario "Excurso"

viernes, 25 de abril de 2008

El instante de la medusa inquieta
respiró instantáneamente
un hostil velo.

Thalita, Pablo, Orietta
Melodrama de borracho
meditando levemente en algún
trago prohibido, tal vez sintiéndose
tan lejano, tan perdido
que en tus agridulces lágrimas
me ahogaba, y moría.
Mas no percibía
un llanto forzado
de quien tomaba
de quien exprimía
al dulce consuelo del existir
y a la muerte de su noche

Excurso

jueves, 24 de abril de 2008

Las frases que no salen

Me encuentro reticente

de ir a ningún lado,

prefiero quedarme quieto y echar raíces,

que talarlas y caer estrepitosamente.

Miro cuidadosamente pero no veo nada

es increíble, lo que puede pasar tan rápido

en un suscitar, todo vuelva y revuela

todo se calma y estalla.

¿Quien sabe lo que más tarde vendrá?

no estoy triste, estoy vacío

¿que hay dentro que se sienta triste?

¿que come un cáncer cuando no hay nada?

¿que como cuando no hay nada,

o cuando esta afuera, de mi cueva?

Otras frases que tampoco salen

Ya basta, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, cállate, CÁLLATE.

¡Me cago en puta!

Silencio, Dije.

No, mentira, así no es, jamás, ¡su madre! No, no, no es eso, simplemente es que…

Shhhh… estorbas

Es que… fue así pero tampoco, es culpa mía, no, ¿es mía?

Solo balbuceas…

No, no, no es mía, ¿como va a ser mía si no he hecho nada?

-saca un cuchillo-

Si, eso es, no es mía, no es culpa mía, lo que tengo que hacer es…

-lo apuñala, lo apuñala, lo apuñala, lo apuñala cuatro veces-

Y así perdió su molesto raciocinio. Y vivió feliz para siempre.

No Temas - poema de hace 3 años

No Temas

Oye tú, no temas
No llores, no creas
Mírala a los ojos
Mira a la muerte
Palpa sus despojos
Solo eternamente


Mira, ya esta muy cerca
Tocando a tu puerta
¿No sientes su presencia?
Esperando con paciencia,
Sin duda lo planea
Tu muerte ella desea


Por eso te digo
Oye tú, no temas
No llores, no creas
Porque siempre te lleva
Aunque llores, aunque temas
En fin, tú eres de ella


Porque a cada paso
Que das en tu vida
Coqueteas con ella
Con la muerte bella
Por eso te digo
No llores, no temas

lunes, 21 de abril de 2008

"Jaicus"

Decidí producir hoikus, pero tienen la particularidad que no son 5-7-5. Espero les guste.
Mario Alejandro De León.

1
Tú parirás con dolor,
hasta la muerte,
trabajo de tus manos.

2
Muy largo caminaste:
vasta longitud
hechizó tu mirada.

3
Los malditos bendicen
a cada oveja
trasquilada o bendita.

4
Columpio sin pasado,
vibrante, más
vale darte por muerto.

5
Viejillo incoloro, fue
ayer diamante:
sus hijos le negaron.

6
Señor, si me librás
del mal, no voy a la
mi… ¡Es un buen vaticinio!

7
Mujer, suave contacto,
dura pasión.
¿El sol adula tu piel?

8
Debajo de las rocas
viven fantasmas:
no vaya a despertarlos.

9
El Hermano Santico
jura por Cristo
que la rubia lo bese.

10
Bajo el fluorescente me
pongo a meditar
versos o simplemente

Me rompo el espinazo,
tramo suspiros
y me rajo sin puñal.

miércoles, 16 de abril de 2008

Cubículo roto

Quiero sentarme

solo quiero sentarme

y mirar como escapa esta noche,

como salta entre tejas,

como ahoga el vocablo

entre su mano vacía.

La noche me grita canciones

de infancias que sudan el vértigo,

de cielo, ventana y domingo

porque siempre han formado

mi ajado cubículo de estar.

Canciones que siembran hogueras

para hablar con mi sombra,

con mi difuminada compostura

que se riega en la marcha,

que se pierde aprendiendo a perder

y que muere tranquila,

cosiéndose a los ruidos

que escurren

desde la pálida grieta,

que nombran cuerpo.

Quiero sentarme,

solo quiero sentarme,

saberme noche.


Mario Baldizón




Pellejo

Acaricio la clavera de mi mejor celaje

y riego con piedras

el río de fuego que nutre mis tropiezos.


El cielo

se descascara en mordiscos caníbales,

mientras yo le halago

con mi sonrisa cansada

de tatuaje carcelario.


El universo

densamente comprimido

con los besos cibernéticos

que decoran los reflejos traidores

y moldean los ladridos mañaneros,

con la arena verdusca

de un cristal cualquiera.


Una colección de plumas de luz

se escurre

por el agujero de mi bolsillo enmarañado,

solo quedó su estela

y un pellejo de miel y barro

con el que recubro la existencia.


Mario Baldizón

Fragancia de hollín

Estoy en el cubo de cristal

de tu memoria.

Me recuerdas,

soy aquel que tiene ojos de…

el de los pantalones de…

No que va,

somos tantos niños quebrados,

en esta hoja de humo.


Sobreviviré un momento,

y de todas formas

me embriagaré

con lo que escurre de las nubes repletas

en mis días de sol.

Entraré de nuevo

en los armarios donde llueve de noche,

donde caen gotas amargas de madera,

que salpican mi lengua, mis papilas,

para que crezcan bosques

en su vientre carnoso.


Y ahí de nuevo,

en mi verde silencio,

sabiendo que soy garúa,

palabra, mosquito y aridez,

prenderé llamas,

en aquella flor ingrata del recuerdo,

respiraré de un bocado toda su humareda

su fragancia de espada en la garganta,

y la dejaré brotar suave por mi boca

y ahumaré las paredes líquidas

del cristal de tu memoria.





Mario Baldizón

Fue entonces cuando vi el Péndulo.La esfera, móvil en el extremo de un largo hilo sujeto de la bóveda del coro, describía sus amplias oscilaciones con isócrona majestad.Sabía, aunque cualquiera hubiese podido percibirlo en la magia de aquella plácida respiración, que el período obedecía a la relación entre la raíz cuadrada de la longitud del hilo y ese número Pi que, irracional para las mentes sublunares, por divina razón vincula necesariamente la circunferencia con el diámetro de todos los círculos posibles, por lo que el compás de ese vagar de una esfera entre uno y otro polo era el efecto de una arcana conjura de las más intemporales de las medidas, la unidad del punto de suspensión, la dualidad de una dimensión abstracta, la naturaleza ternaria de Pi, el tetrágono secreto de la raíz, la perfección del círculo.También sabía que en la vertical del punto de suspensión, en la base , un dispositivo magnético, comunicando su estímulo a un cilindro oculto en el corazón de la esfera, garantizaba la constancia del movimiento, artificio introducido para contrarrestar las resistencias de la materia, pues no sólo era compatible con la ley del Péndulo, sino que, precisamente, hacía posible su manifestación, porque en el vacío, cualquier punto material pesado, suspendido del extremo de un hilo inextensible y sin peso, que no sufriese la resistencia del aire ni tuviera fricción con su punto de sostén, habría oscilado en forma regular por toda la eternidad.

Umberto Eco. El Péndulo de Foucault.


Paradoja

Este es el poema infinito: no lo traigo para nadie
que se lo merezca. Compuesto con ene versos:
átomos sobre las delgadas líneas que dibujan íes,
¡Tantas rimas de colores multiformes!,
¡Disfrutar de él es revivir los movimientos del péndulo!
Quien lo mira no sabe leerlo, quien lo toca no sabe abrazarlo,
¡es el poema infinito albergando setenta dimensiones!
-tal vez un poco más que eso: aquello.-
Cuando lo mires a los ojos toma una soga e intenta respirarla.
Si le ves la boca significa que ya estás dentro,
¡es el poema infinito irradiando este agujero negro!
Este poema se escribe solamente para ti:
¡fluye mercurio entre la coraza del éter!
¿Existirá alguna ecuación que lo simplifique?
¿Vivirá el hombre que pueda manejarlo?
Las leyendas mienten al igual que todas las historias,
sucesiones delincuentes lo guardan en cofrecillos elipsoides.

Hemos llegado hasta la segunda estrofa:
¿quién dice que es en línea recta como se llega hasta ella?
Para esto deberás versarte en geometría sin Euclides,
tal vez una dosis de paralelismo,
cinco pizcas de perpendicularidad,
pi cucharadas de simetrías radiales
–quién sabe si los círculos son inventos anómalos
y las esferas sólo cubos inconclusos-.

Mario Alejandro De León

miércoles, 9 de abril de 2008

En un plato de trigo

Si en un plato de trigo tres tristes tigres trigo comieron...

a) un tigre no es vegetariano;

b) un tigre, a menos que no sea de circo, no come en plato;

c) Los animales que no son humanos no tienen derecho a llorar y estar tristes;

d) No hay "platos de trigo" sino "con trigo".

Que un solo tigre coma en plato lo hace tigre domado, y estando con otros dos suponemos que es una jaula la que los contiene. Por tanto, el presupuesto del circo es muy escaso, esto genera sospecha: El circo no es famoso y a la gente no le gusta. Luego, si fue trigo lo que comieron, éste sería en forma de pan, porque es imposible que un tigre se jame un maldito zacatal sin procesar. Por eso deducimos que fue pan lo que se hartaron. Sospecho que era integral, porque es el que sabe más asqueroso, como arena con piedras. Lo del adjetivo "tristes" es sólo el sentimiento de los que contempla dentro de la jaula y que no son los tigres, porque recuerdan el sabor nauseabundo del pan integral. Y si alguno intenta decir ésta frase trillada con pan integral medio machacado, no sonará cacofónicamente, pero deberá hacerlo con los ojos cerrados y pensar que los tigres están libres en algún lugar de la Atlántida jugando con los genitales de algún religioso que vive sobre un árbol al cual le crecen las ramas bajo tierra. Por eso se contrató a Sherlock Holmes para investigar este caso particular. Él propone una solución: "En un plato, tres tristes, tigres y trigo comieron." No faltó un espectador que le arrojara una papaya en la cara, nadie quería a la maldita conjunción y a las torcidas comas. Otro salió a la defensa y dijo: "Según Platón: tres tristes que no valían ni trigo se los comieron los tigres." La mitad del auditorio aplaudió, pero de la otra mitad salió la siguiente frase: "Trigo + plato = Tres x Tigre - [comieron + uno]" La oposición aplaudió, pero un anciano muy anciano se paró y exclamó: "¿A mí que me importa si los tigres se mueren de hambre y tengan que pujarse una mierdésima de trigo y así digan que comieron? Ese es su problema, confórmense con las cinco tes. El viejo por supuesto fue sacado a patadas.



Mario Alejandro De León

lunes, 7 de abril de 2008

Susurro

Te me escurres,
en cavernas de carne
peligroso camino,
peligroso caminante

Lento tu andar
como en acto placentero
llegas caminando
riendote del tiempo

En tus lomos cargas
un mensaje prohibido
aquel que despierta
mis mas bajos instintos



Perico

Eclipse Lunar

Olores a sombras
luz en tu cuerpo
luz, calor, paz
paz terrenal
paz espiritual
paz mundial

Tu mundo se ciñe a mi cuarto
y mi noche, a tu cuerpo
nada mas existe
lo demas es vano


Perico

sábado, 5 de abril de 2008

En la habitación...




...la noche


un incienso de jalapeño

una llama de pimienta

un ronronear de ajo





...la madrugada


Un soplo de canela




omfv

jueves, 27 de marzo de 2008

La felicidad de Satán

La felicidad de Satán

Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

Apocalipsis 20:10


I

Es preferible el fuego al martirio de tantas acusaciones en mi contra. Es cierto que tuve envidia, porque yo inventé la envidia, ya que sin ella muchos hombres no hubiesen logrado rebasar a sus enemigos: inventé el término enemigo; puede llamárseme creadora de todas las palabras, ya que éstas siempre tuvieron el pecado de procedencia humana. Sencillamente no puedo recordar por qué tal sentimiento; sólo mi padre tenía aquello que los hombres creyeron como amor. Fui distinta; mi hermano fue concebido para ser superior, para amar sin importar lo que fuese, pero ¿en dónde se descargaría todo ese amor? Por eso mi padre creó a los hombres, y puedo asegurar que no fue sólo uno. Adán fue el nombre de los siete que mi padre hizo, los primeros seis eran pruebas demasiado perfectas: se parecían a mí. Pero el séptimo fluctuó, a mi padre le pareció bueno. Le sugerí que lo llamase Adán, ya que del barro rojo fue creado: sostuve al hombre, mi padre le dio el soplo. El hombre abrió los ojos, lo primero que expresó fue un balbuceo, ya que éste no fue hecho grande, sino que era un pequeño embrión al principio, luego, entre remolinos tenues de espíritu nació. Por ese entonces las madres no existían, salvo en todos los reinos animales, de los cuales yo me encargaba cuando Adán era un principiante en el andar. En un inicio se pensó en crear a la tierra como un icosaedro, para exaltar los descubrimientos de los arcángeles dedicados a las artes del universo. Pero en un consejo de criaturas espirituales se decidió que la esfera le representaría. Muchos ángeles se opusieron porque era la voluntad del padre que fuese icosaedro, pero la reflexión pudo más que las ganas de hacer por hacer. Es entonces cuando se inventa la palabra propósito. Entonces el propósito de la esfera era el de la perfección, girar y más adelante causar los días y las noches. Yahvé pensó que el hombre estaba muy solo y decidió hacerle una casa. Primero él vivió entre nosotros, el término aprender y enseñar se dieron gracias a que él se quedó interactuando en el bello cielo.

El hombre quiso introducir la moral en el cielo, pero ésta conllevaba a reglas que el padre no podría realizar: el mal. El mal estaba dentro de Adán y un día le escuché, cuando sólo en su palacio sollozaba:
-¿Qué te sucede? Pregunté. ¿Acaso puedo hacer eso también?
- No –dijo, mientras se limpiaba los ojos llorosos.- Yo le digo llanto, ya que tengo sensibilidad.
-¿Sensibilidad? Eso es nuevo para mí, ¿cómo lo hago?
- Simplemente piensa en algo malo. –me dijo.
-¿Qué significa algo malo?
- Lo que no es bueno.-respondió. Quedé en profundo silencio, y en ese instante pensé. Adán me observó y dijo:
- Eso que tú haces es malo.
-¿Por qué?- en voz baja le seguí.
- No estáis concebidos para pensar, excepto los hombres.
-¿Pero de qué hombres me hablas? ¡Sólo estás tú y los seis perfectos!
-Desde ahora le diré pecado. – Con penetrante pupila sentenció Adán.

Después de eso no pude contenerme, y sentí. Apareció el miedo en mi espíritu: corrí. Luego salieron diamantes de mis ojos: lloré. Pude sentir mi corazón, y después de investigar con Miguel y Gabriel, los arcángeles superiores, me di cuenta de que mi destino estaba siendo manchado. Ellos me aseguraron que no debía temer, que el temor no estaba en los planes del Señor. Mis sospechas acerca de Yahvé no se hicieron esperar: Yahvé no era Señor, y hacía mucho tiempo que estaba dormido. Entonces, ¿quién era mi padre?

Luego apareció Eva, cuando el hombre pidió ante el consejo que la tierra sería su nuevo hogar. Como no estaba acostumbrado a la grandeza de ésta, sólo a la del padre, entonces, por lo plano de la tierra púsole Planeta. Las ánimas del cielo fueron trasladadas a Planeta, porque se miraba desolada y vacía: los mares para los peces, las montañas para las aves de rapiña, los abismos para monstruos incognoscibles. A mi padre le hubiese costado un guiño remodelar Planeta, pero la tarea fue encomendada a nosotros, que éramos ciento cuarenta y cuatro mil en número de hombre. Seiscientos sesenta y cinco estaban bajo mis órdenes, hicimos los árboles, y entre éstos, el de la ciencia y el conocimiento, y a mi hermano le fue concedido crear el último de estos: el Árbol de la Vida. A mi padre le gustó demasiado el árbol de la ciencia, tanto así que lo llenó con todos los frutos que se habrían de crear. Las ánimas se adaptaron a sus medios y fueron para Adán bestias. Y éstos nombrados animales tendieron a desobedecer y por esto se les quitó todo conocimiento, embruteciendo hasta realizar actos simplemente necesarios para vivir. Fue genial la creación de las estrellas, especialmente la del sol, que luego representaría a Dios en todo su esplendor. Los mundos que colindan con Planeta estuvieron habitados por arcángeles, pero después de la Caída procedieron en abandonarlos. La luna fue idea mía, fue un intento fallido porque duró largo tiempo el proceso de solidificación después de ser un simple cúmulo de materia estelar. Es complicado referirme al perfecto estado de movimiento que hacen estos astros: la elipse.

Adán intentó crear a sus propios animales, y comenzó por domesticar y ponerles nombre. Pero vio que estos se apareaban (sólo dio énfasis a los mamíferos) de una forma muy singular: en parejas. Entonces se hartó de ser uno y quiso ser dos: multiplicidad. Los mamíferos ya no eran dos, sino tres, cuatro, veinte. Y el hombre quiso ser muchos. Reclamó a mi padre por una falta tan grave, este le hizo dormir: por primera vez supe desde afuera lo que era el sueño. (Momentos de primeros momentos y acciones nuevas). Vi como surgió un ser que jamás había conocido, desde las entrañas de La Tierra: por un instante creí que era mi padre. Al despertar Adán también lo hizo el ser. El hombre la llamó mujer: ésta asintió con una leve angulación de su cráneo. Mi corazón latió fuerte: me enamoré. Fue llamada mujer. En mí la aclamé: Eva.


II

Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Génesis 2: 15-17

En mi ethos algo estaba marchando de forma inusual. Los miembros del Consejo ya no tenían el brillo que sus rostros siempre emulaban. Y entonces la idea de Adán afloró dentro de mis pensamientos. Le comenté a Luzbel, mi hermano idéntico, las razones por las cuales nuestro padre se estaba sintiendo incómodo: Eva.
-¿Qué es Eva?- indagó.
-El nuevo ser que vive en Planeta. Siento algo distinto que rebasa los límites de lo que siento por mi padre.
-¡Sólo nuestro padre tiene las facultades de amar! ¿Es posible que tú tengas el poder de Yahvé?
Nuevamente los cristales emanaron desde mis ojos. Luzbel se sorprendió aún más.
-Las imperfecciones de Adán están en ti. Desde ahora mi padre sabrá lo que ha realizado.- Dijo entre dientes. Comprendí que el hombre era parecido a mí: es seguro que el mal está en mí.
Y reconocí la injusticia de la jerarquía: quise reunir a los otros que eran como yo, comulgando la igualdad: y vio Dios que era malo. Una tercera parte de los que residíamos en el cielo acordamos en derrocar a mi padre, por esto en Grecia pusiéronme Zeus. Mi hermano estaba del lado de mi padre, se hizo llamar Cristo y junto con Gabriel y Miguel nos declararon la guerra. Las fuerzas celestiales estaban divididas y nunca vi la interferencia de mi padre: es normal que entre hermanos surjan contiendas. Pero esto no fue lo que nosotros queríamos, muchos de los nuestros conocieron la Muerte: el espíritu redentor de Cristo, sombra que jamás nos fue dada. Tuve mucho miedo.

El Consejo decidió que nosotros viviésemos en Planeta, pero de forma invisible. Fuimos llamados demonios y me nombró Satán. Junto con Luzbel, que fue el Príncipe de este Mundo, partimos hasta el Mundo de los hombres. Adán no tenía la culpa, pero yo estaba orgullosa de que fuera así.

Como los seres espirituales que somos, las necesidades no eran la prioridad, pero en Planeta todo cambió: fuimos inmortales, pero vulnerables. Decidí visitar a Adán, y para mi sorpresa, ella se hizo llamar a sí misma Eva. Adán le llamó mujer, yo Eva, ella Eva.
-¿Cómo te ha ido desde mi arribo a Planeta?
-Sabes que mal, porque somos inventores del mal y nos enorgulleceremos por esto.
-Exacto. Desde ahora la inexactitud de Yahvé será nuestra perdición. Mis hijos serán el medio para castigarte. Algún día querrán salvedad, pero desde ya es demasiado tarde. Eva lo sabe todo.
-¿Cómo es posible?-Exclamé sorprendida.-
-Yo sé todo lo que ocurrirá desde mi nacimiento – agregó Eva – La contingencia está de nuestro lado, lo demás es obra de Dios.










Mario Alejandro De León