Fragancia de hollín
Estoy en el cubo de cristal
de tu memoria.
Me recuerdas,
soy aquel que tiene ojos de…
el de los pantalones de…
No que va,
somos tantos niños quebrados,
en esta hoja de humo.
Sobreviviré un momento,
y de todas formas
me embriagaré
con lo que escurre de las nubes repletas
en mis días de sol.
Entraré de nuevo
en los armarios donde llueve de noche,
donde caen gotas amargas de madera,
que salpican mi lengua, mis papilas,
para que crezcan bosques
en su vientre carnoso.
Y ahí de nuevo,
en mi verde silencio,
sabiendo que soy garúa,
palabra, mosquito y aridez,
prenderé llamas,
en aquella flor ingrata del recuerdo,
respiraré de un bocado toda su humareda
su fragancia de espada en la garganta,
y la dejaré brotar suave por mi boca
y ahumaré las paredes líquidas
del cristal de tu memoria.
Mario Baldizón
No hay comentarios:
Publicar un comentario